El ex comandante del Comando del Pacífico de EE. UU. (USPACOM), Harry Harris, ha expresado que China ha cambiado su postura y que Estados Unidos también debe cambiar su política hacia Taiwán de “ambigüedad estratégica” a “claridad estratégica”.
En una entrevista con el medio japonés “Nikkei Asia”, Harris destacó que la postura de Estados Unidos hacia Taiwán debe ser “contundente” para garantizar la estabilidad en la región.
Harris señaló que China ha incrementado su presencia militar y su actividad en el Mar del Sur de China, lo que representa una amenaza para la soberanía y seguridad de Taiwán y de otros países de la región.
Ante esta situación, Harris afirmó que Estados Unidos debe tener una postura más clara y firme en su apoyo a Taiwán. Esto incluye una mayor cooperación militar y la venta de armamento para fortalecer la capacidad defensiva de Taiwán.
El ex comandante también expresó su preocupación por la creciente influencia de China en la región, especialmente en países del sudeste asiático que están siendo presionados para alinearse con los intereses chinos.
Harris hizo hincapié en que Estados Unidos no busca el conflicto con China, pero que tampoco puede permitir que China actúe de manera agresiva y desestabilice la región. Por esta razón, instó a una mayor cooperación entre Estados Unidos y sus aliados en la región, incluyendo Japón y Australia, para hacer frente a la amenaza china.
La postura de Harris ha sido respaldada por otros líderes militares y políticos en Estados Unidos, quienes han señalado la importancia de fortalecer el apoyo a Taiwán en respuesta a la creciente agresión de China.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha reiterado su compromiso con Taiwán y su política de “una sola China”, que reconoce que tanto China como Taiwán pertenecen a una sola nación, pero sin especificar la soberanía sobre Taiwán.
En resumen, la declaración de Harris sobre la necesidad de una postura más clara y firme en la política de Estados Unidos hacia Taiwán es un llamado a la acción para garantizar la estabilidad y seguridad en la región. Estados Unidos debe seguir fortaleciendo su alianza con Taiwán y sus aliados para hacer frente a las acciones desestabilizadoras de China y proteger los intereses compartidos en la región.
