La vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte, sorprendió a todos el 23 de julio al declarar que ha encargado a un asesino para que, en caso de que ella sea asesinada, vaya a matar a su rival político, el presidente Ferdinand Marcos Jr. Esta declaración ha generado una gran controversia en el país y ha sido duramente criticada por la oposición y la sociedad civil.
Sara Duterte, hija del actual presidente Rodrigo Duterte, es una figura política muy influyente en Filipinas. Desde que asumió el cargo de vicepresidenta en 2016, ha sido una aliada leal de su padre y ha sido considerada como una posible sucesora en las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, sus recientes declaraciones han generado preocupación y han puesto en duda su idoneidad para ocupar un cargo tan importante.
En su discurso, Duterte afirmó que ha encargado a un asesino para que, en caso de que ella sea asesinada, vaya a matar a su rival político, Ferdinand Marcos Jr., y a otros oponentes políticos. Esta declaración ha sido interpretada como una amenaza directa y ha generado un gran revuelo en la sociedad filipina. Muchos han cuestionado la ética y la legalidad de sus palabras, y han pedido una investigación sobre sus acciones.
La vicepresidenta ha intentado justificar sus palabras, afirmando que solo estaba tratando de protegerse a sí misma y a su familia. Sin embargo, sus declaraciones han sido condenadas por la oposición y por grupos de derechos humanos, que han señalado que incitar a la violencia y al asesinato no es una forma adecuada de lidiar con las diferencias políticas.
El presidente Rodrigo Duterte también ha sido criticado por no condenar las palabras de su hija y por no tomar medidas para garantizar la seguridad de todos los políticos y ciudadanos en el país. Algunos han señalado que estas declaraciones son una muestra más de la cultura de violencia y de impunidad que ha prevalecido en Filipinas durante mucho tiempo.
Es importante recordar que Filipinas ha sido testigo de numerosos asesinatos políticos en el pasado, incluido el asesinato del padre de Ferdinand Marcos Jr., el ex presidente Ferdinand Marcos, en 1989. Por lo tanto, las palabras de Sara Duterte son especialmente preocupantes y deben ser tomadas en serio por las autoridades.
En lugar de promover la violencia y la venganza, los líderes políticos deberían trabajar juntos para construir un país más pacífico y próspero para todos los filipinos. La política no debería ser una lucha por el poder y la eliminación de los oponentes, sino una oportunidad para servir al pueblo y mejorar la vida de todos.
Esperamos que la vicepresidenta Sara Duterte reflexione sobre sus palabras y se disculpe por su comportamiento. También esperamos que las autoridades tomen medidas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y para promover un diálogo pacífico y respetuoso entre los líderes políticos.
En conclusión, es importante que los líderes políticos den ejemplo y promuevan una cultura de paz y respeto en Filipinas. La violencia y la venganza no son la solución a los problemas políticos, y solo a través del diálogo y la cooperación podemos construir un futuro mejor para nuestro país.