Las elecciones en Estados Unidos siempre han atraído la atención de todo el mundo. Y es que siete estados cruciales, conocidos como los “estados en disputa”, suelen ser determinantes para decidir el resultado final. Estos estados incluyen a Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, North Carolina, Georgia, Arizona y Nevada. En las últimas décadas, con los cambios en el panorama político, estos estados han pasado de ser bastiones tradicionales de un solo partido a convertirse en campos de batalla acalorados, reflejando las divisiones en las preferencias de los votantes y los rápidos cambios en el entorno político. En este artículo, analizaremos la estructura de los votantes, las preferencias políticas, los cambios demográficos y económicos en estos siete estados en disputa durante las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Pennsylvania, también conocido como “el estado de la galleta”, es una mezcla de áreas urbanas e industriales y zonas rurales. Durante décadas, se consideró un bastión demócrata, pero en las últimas elecciones, la victoria de Trump sorprendió a muchos. Los votantes de Pennsylvania han sufrido los efectos de la desindustrialización y el declive económico, y su preocupación por la economía y el empleo fue uno de los principales motivos de su cambio hacia el partido republicano. Sin embargo, la población cada vez más diversa del estado y el apoyo a temas como la salud y la educación pública son factores que podrían favorecer al partido demócrata en las próximas elecciones.
Michigan, conocido como la cuna de la industria automotriz, también ha sido un bastión demócrata durante décadas. Sin embargo, en las elecciones de 2016, Trump sorprendió al ganar el estado por un pequeño margen. Los votantes de Michigan, especialmente en las zonas rurales, estaban cansados de la política y la economía tradicionales, y vieron en Trump una opción de cambio. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 y la reciente crisis económica podrían cambiar el panorama político y favorecer nuevamente al partido demócrata en las próximas elecciones.
Wisconsin, conocido como el “estado de los lácteos”, ha sido un estado oscilante en las últimas elecciones. Aunque tradicionalmente ha sido un bastión del partido demócrata, Trump logró ganar el estado en 2016 por un estrecho margen. Los votantes de Wisconsin, especialmente en las áreas rurales, se sienten atraídos por el discurso populista de Trump y su enfoque en temas como el comercio y la inmigración. Sin embargo, la pandemia y las políticas de Trump en materia de agricultura y medio ambiente podrían cambiar la situación en el estado.
North Carolina, conocido como el “estado de la tarjeta postal”, ha sido un estado fiel al partido republicano en la mayoría de las elecciones. Sin embargo, en las últimas décadas, su población ha crecido y diversificado, lo que ha llevado a un aumento del voto demócrata. Además, la creciente preocupación por la desigualdad económica y los derechos civiles también ha influido en el cambio de preferencias de los votantes. En las últimas elecciones, Trump ganó por un margen estrecho, pero la creciente población de votantes jóvenes y latinos podría favorecer al partido demócrata en las próximas elecciones.
Georgia, conocida como el “estado duraznero”, ha sido un bastión republicano durante décadas. Sin embargo, en las últimas elecciones, el estado estuvo muy reñido y Trump solo ganó por un pequeño margen. La creciente población de votantes no blancos, especialmente de origen hispano y asiático, junto con la creciente preocupación por la desigual