El aeropuerto internacional recién construido en Gwadar, Pakistán, financiado completamente por China, ha estado en funcionamiento desde octubre del año pasado, pero no ha visto ni un solo pasajero ni avión aterrizar. Este gran proyecto del “Corredor Económico China-Pakistán” se ha convertido en lo que se conoce como un “elefante blanco”.
Según informes de la agencia de noticias Associated Press, China ha invertido 240 millones de dólares en la construcción de este aeropuerto, que forma parte de un ambicioso plan de desarrollo económico en la región. Sin embargo, a pesar de las grandes expectativas y promesas de crecimiento económico, el aeropuerto sigue sin ser utilizado.
El proyecto del Corredor Económico China-Pakistán, también conocido como CPEC por sus siglas en inglés, fue anunciado en 2013 y se espera que conecte la provincia china de Xinjiang con el puerto de Gwadar en Pakistán a través de una red de carreteras, ferrocarriles y oleoductos. Se considera una parte clave de la iniciativa de la “Nueva Ruta de la Seda” de China, que busca expandir su influencia económica en Asia y más allá.
Sin embargo, a pesar de la inversión masiva y la promesa de desarrollo económico, el aeropuerto de Gwadar sigue siendo un lugar vacío y sin actividad. Los residentes locales se refieren a él como un “elefante blanco”, un término que se utiliza para describir proyectos costosos y grandes que no logran cumplir con sus objetivos o beneficios esperados.
Aunque las autoridades locales han expresado su optimismo y han prometido que el aeropuerto comenzará a operar pronto, muchos se preguntan si alguna vez se convertirá en un centro de transporte importante. Algunos expertos sugieren que la falta de infraestructura y servicios en la región, así como la inestabilidad política y la inseguridad, podrían ser los principales obstáculos para el éxito del CPEC.
A pesar de estos desafíos, es importante recordar que el CPEC es más que solo un aeropuerto. Es un proyecto a largo plazo que busca mejorar la conectividad y el comercio entre China y Pakistán, así como impulsar el desarrollo económico en la región. Aunque el aeropuerto de Gwadar aún no ha despegado, el CPEC ya ha traído beneficios tangibles a Pakistán, como la construcción de carreteras y la creación de empleo.
Además, es importante tener en cuenta que ningún proyecto de esta magnitud está exento de obstáculos y desafíos. Es natural que surjan problemas y retrasos en el camino, pero lo importante es seguir trabajando juntos para superarlos y lograr los objetivos a largo plazo.
En resumen, aunque el aeropuerto de Gwadar aún no ha despegado, el proyecto del Corredor Económico China-Pakistán sigue siendo una oportunidad emocionante para el desarrollo y la cooperación entre dos países vecinos. Con una actitud positiva y un esfuerzo conjunto, seguramente veremos el éxito del CPEC en el futuro cercano.