Un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) revela que la capacidad única de los asiáticos para tolerar la lactosa puede tener su origen en los neandertales, una especie humana extinta hace miles de años. Este estudio, liderado por el profesor Xu Shuhua de la Universidad de Fudan en China, revela la historia evolutiva de los asiáticos y su relación con los neandertales.
Según el estudio, los asiáticos tienen una variante genética que les permite digerir la lactosa, el azúcar presente en la leche, incluso en la edad adulta. Esta capacidad es muy rara en otras poblaciones humanas y se cree que se desarrolló hace unos 10.000 años en Europa y África. Sin embargo, los asiáticos tienen una variante genética diferente que les permite digerir la lactosa de manera más eficiente y en mayores cantidades.
Los investigadores analizaron el ADN de más de 1.700 personas de diferentes grupos étnicos en Asia y descubrieron que esta variante genética se originó en los neandertales y se transmitió a los humanos modernos a través de la hibridación. Los neandertales y los humanos modernos se cruzaron hace unos 60.000 años, y se cree que esta variante genética fue una de las características que se transmitieron a los humanos modernos.
Este descubrimiento es importante porque demuestra que los neandertales no solo se extinguieron, sino que también dejaron un legado genético en los humanos modernos. Además, también revela la importancia de la hibridación en la evolución humana y cómo ha contribuido a la diversidad genética en diferentes poblaciones.
El profesor Xu Shuhua señala que esta variante genética puede haber sido beneficiosa para los antepasados asiáticos que dependían de la leche como fuente de alimento. En un entorno donde la agricultura no era tan desarrollada, la capacidad de digerir la lactosa les dio una ventaja evolutiva.
Este estudio también tiene implicaciones en la salud humana, ya que la intolerancia a la lactosa es común en muchas poblaciones y puede causar problemas digestivos. Comprender la historia evolutiva de la tolerancia a la lactosa puede ayudar a desarrollar tratamientos y dietas más adecuados para aquellos que son intolerantes.
En resumen, este estudio nos muestra cómo los neandertales han dejado su huella en los humanos modernos y cómo la hibridación ha sido un factor importante en nuestra evolución. También nos recuerda la importancia de la diversidad genética y cómo diferentes poblaciones han desarrollado adaptaciones únicas a lo largo de la historia. Este descubrimiento es un paso importante en nuestra comprensión de la evolución humana y nos ayuda a apreciar aún más la complejidad y diversidad de nuestra especie.
